domingo, octubre 21, 2007

Los estómagos de Cabiya

En el 1993, la editorial de la Univesidad de Puerto Rico publicó la antología La Cervantiada, texto que conmemoraba el V centenario de la publicación de El Quijote de Cervantes. Editada por Julio Ortega, reconocido profesor de la Universidad de Brown, La Cervantiada recogía textos de distintos géneros de escritores tales como Nicanor Parra, Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Gabriel García Márquez , Edgardo Rodíguez Juliá, entre otros. Uno de éstos “otros”, un tal Diego Deni, contribuyó en la antología con un cuento a lo Pierre Menard, un deja-vú del episodio en el cual se funden la bacineta con el yelmo de Mambrillo, escrito con la misma “no sé sabe si bien cortada o mal tajada péñola” que alguna vez dejo Cervantes “colgada de una espetera”. En la biografía de autores, Deni aparecía señalado como “el más joven y más prometedor de los escritores puertorriqueños”. Los textos de Dení aparecían desde principios de los noventa en diversas antologías y páginas cibernéticas, tales como El rostro y la máscara, En Rojo, y en las revistas Casa de las Américas y Postdata aunque pocos sabían a ciencia cierta quién era.

En 1997, el escritor Luis Rafael Sánchez, en su libro de ensayos No llores por nosotros, Puerto Rico apostará al enmascarado, afirmando que:
Si como dice T. S Elliot las palabras del año pasado corresponden al año pasado
y las del año que vienen esperan otra voz, entonces, las palabras que
corresponden al año que viene encontrarán una voz bien impostada en la escritura
de Diego Deni.

Cabiya seguía publicando despreocupado detrás de su seudónimo, aunque algunos alegaran que ese tal escritor no era más que una invención de la crítica.

En 1999, se publicó Historias Tremendas, seleccionado Mejor Libro del Año por el International Pen Club, capítulo de Puerto Rico. Tras la esperada ópera prima, Diego Deni se convirtió en el sujeto tachado (Lacan) y se descubrió lo que, para muchos, ya era un secreto a voces: no sólo Deni sino, Gregorio Falú y Tobías Bendeq eran los seudónimos de Pedro Cabiya, nacido el 2 de noviembre de 1971, fecha que coincide con la celebración del Día de los Muertos.

Historias Tremendas…que fabrica la liebre perspicaz para burlar a la voraz hiena contienen aquello que el tramposo prologuista denomina como “composiciones”. De la mano de Alfonso Fraile, narrador que como un Cide Hamete nos acompaña en la lectura de los relatos, en las Historias tremendas se puede encontrar usted, estimado espectador, relatos de corte mítico como el de un hombre succionado por la vagina de una mujer,en Historia de tu madre; o quizás debería decir, de corte cortazariano, como el de otro hombre que tras descubrir que pone huevos de animales los guarda en almohadones de pluma dentro de las gavetas en Historia de tu padre; hasta relatos tremendos de corte borgiano, como el de un rey que elimina todos los calendarios y relojes del reino para que el reinado de su hijo sea eterno, como en Historia de un breve reinado; tambien puede encontrar otros relatos que son tan tremendos que es mejor que se los lean, como Historia verosímil de la Noche Tropical, o Historia del Talco Insecticida.

Historias Tremendas…que fabrica la liebre perspicaz para burlar a la voraz hiena fue sucedido por Historias atroces que frangolla la voraz hiena para comerse la liebre perspicaz, publicado en el 2003 y compuesto de cinco novelas cortas (o cuentos largos). De estas historias me interesa destacar "Fin de un amor imposible", texto en el que Cabiya combina el ensayo académico, la ciencia ficción, el relato fantástico, el apócrifo, el bestiario y hasta los recetarios de cocina con un hermoso manejo de la técnica y la teoría literarias, así como del humor y la imaginación poética a través de la invención del personaje de Magalí Dargam. La constante en ambos libros es la carcajada sardónica, la parodia de la parodia y los monstruos que produce la razón de un Goya postmoderno.

De Pedro Cabiya, quien se ha convertido en un escritor de culto para los escritores emergentes, cabría decir aquello que alguna vez dijera Cortázar sobre Felisberto Hernández: no se parece a nadie.

A estas alturas les tengo que confesar que de Cabiya se han dicho muchas cosas. Una de las que más me gustan fue dicha por uno de sus críticos y dice así: “Pedro Cabiya es un mito, un rey Midas. Todo lo que toca lo convierte en literatura” (Marcos Pérez). Otro comentario más íntimo, por parte del escritor Bruno Soreno en el epílogo del primer libro de Cabiya, dice así: “Como todo buen psícópata con vetas de maníaco-depresivo, el inflinjidor de esta fechoría llamada Historias Tremendas está convencido de que cómo él no hay otro, y que su mundillo de porra es magnífico, exlusivo, asombroso y perturbador”.

Si me preguntan a mí, qué pienso de la obra de Pedro Cabiya, diría algo así como: Es un escritor con múltiples estómagos. Digo esto, primero, por que sólo un genio creativo multi-estomacal es capaz de tener tan buenas digestiones literarias. En segundo lugar, debido a que la literatura de Cabiya se dio a conocer a través de sus seudónimos, cabe suponer que cada uno de estos álter egos posee un estómago creativo autónomo. En tercer lugar, el ingenio de Cabiya es capaz incluso de producir ciudades como estómagos. En el cuento “El hábito hace al monje”, publicado en la revista de chismología literaria La secta de los perros, se traba una historia en la ciudad-estómago del planeta OI. La ciudad-estómago gobernada por Bakuk, el jugo gástrico, es el espacio donde se fraguan las aventuras ciencia-ficcionales de un dalek fugitivo.

Pedro Cabiya obtuvo el título de doctor en literatura en la Universidad de Stanford y desde hace varios años reside en la República Dominicana, donde se desempeña como profesor de la Universidad Iberoamericana de Santo Domingo. Además, es autor de la novela gráfica Ánima Sola, publicada por Zemí records.

Sin más preámbulos, es un placer para mí dejarle la palabra a Pedro Cabiya que nos leerá un fragmento de su novela inédita, Kigdom Kong.
  • Presentación leída en la Universidad de Notre Dame, en noviembre del 2006. Pensé que la publicación de la nueva novela de Cabiya en Puerto Rico, titulada La cabeza, era una buena excusa para postear este texto.

it's so easy to love her

No he escrito sobre el concierto de Regina Spektor. Ella y el piano. Ella. El aparato rojo de palabras que es su boca. Pensar en otras bocas, otros palabras. Toser como se silva. La voz en el espacio. Los malentendidos. El y su reproche, por el saludo que no fue suficiente. Ella y su aparato de palabras. Su cuerpo rodeado de música. Los otros y sus besos. La escalera en donde no debía pararme, pero donde pasé todo el concierto. El Hotel Song a capela con uno que usaba su boca como pista. Otro teatro de Detroit barroco que choca con el gris rotundo y desolado de sus calles, y una musiquita de fondo como una burbuja a punto de explotarse. Luego, el bar. Fue el 10 de octubre.

Pulseando con el corrillo
Comunidad indígena de Peña Blanca, México
Foto Ilang Ilang Gutiérrez, 2000
La nada nombra la distacia imperceptible, puesta en duda pero renovada, entre la presentación como estructura y la presentación como presentación-estructurada, entre lo uno como resultado y lo uno como operación, entre la consistencia presentada y la inconsistencia como lo-que-habría-sido-presentado.

Naturalmente, de nada serviría salir en busca de la nada. En esto se debilita la poesía-es necesario decirlo-y, hasta en su más soberana claridad, en su afirmación perentoria, la hace cómplice de la muerte.


En El ser y el acontecimiento. Alain Badiou. Manantial, (Buenos Aires 1988): 69
Fragmentos del ensayo "Eco de la materia y la tristeza del lenguaje: la recuperación benjaminiana de la melancolía". En: La oreja de los nombres de Federico Galende (Gorla 2005).





Sometido hacia su silenciosa marcha hacia la muerte, todo acto humano debe asumir su condición ruinosa si espera perdurar como crítica. (89)

En la ruina todos los tiempos divergen y convergen, se separan y entrechocan como calaveras mudas en el oleaje de un ahora sin presente. (89)

El saber se ha convertido en saber de lo triste hundido en el objeto y en la tristeza constitutiva al mismo tiempo. Un saber separado de la noción de sujeto, que no es sin embargo un saber del objeto, sino que, por el contrario, está a la altura de no conocer el límite entre la representación de la cosa y la producción. (91)

El saber melancólico tiende a hundirse en lo que su intensidad produce, tiende a producirse sumergiéndose en su intensidad. (92)

Y entonces el problema sigue siendo en qué medida el nombre que el hombre da a las cosas tiene que ver con el modo en que la cosa se comunica con él, de dónde le viene a la palabra el derecho a captar lo innombrado en el sentido. (96)

Sólo que tristeza no es aquí cualquier palabra. No remite al movimiento de los humores ni a la dispositio romántica del alma ni estrictamente a una forma del ánimo, sino a una caída de la mirada que recorrerá a contrapelo todo el tejido representacional moderno. Aquí tristeza es la noche de la historia. (98)

Ante nuestro lenguaje, las cosas están tan solas y desprotegidas como la muerte. (98)

La tristeza (…) es la manera que tien lo mudo de expresarse. (98)

El lenguaje es precario porque nombra y nombra lo que siempre será otra cosa, pero la cosa está triste porque su mudez testimonia la incapacidad del nombre para recoger su esencia. En la tristeza de las cosas se espejea el límite del lenguaje (…). (99)

Ahora no le quedará otra posibilidad que narrar su propia historia como historia de un fracaso ante el espejo que recubre a las cosas. (99)

La tristeza no ha dejado nunca de ser otro nombre para la cuestión de la emancipación. Por lo mismo no es cierto que el dolor sea lo que distrae a la humanidad del sueño emancipatorio (…) Más bien diríase que el dolor ante todo lo que no termina de hacerse presente, ese aquí y ahora sin presente, esa materialidad irreductible que ninguna lengua atrapa, conlleva en sí mismo un impulso de emancipación. (101)

martes, octubre 16, 2007




y sin embargo, una boricua en porto alegre, brasil, salva un perro, cuando ni siquiera tiene cama, ni pasaporte, y casi que ni comida. pero no sale en el new york times.

enhorabuena, medianoche.

viernes, octubre 12, 2007

Quizá sin darnos cuenta
evitamos las fotos juntos.
Yo vi que fue el periódico
(y no la cerveza)
lo que tiramos por la ventana.

Y hubo varias miradas
de complicidad
en el mismo momento
aunque las miradas
son siempre un devenir.

Cuando salí, te perdiste
en las tomas que acababan
de pasar junto a nosotros
y sonreíste, porque volví

inmediatamente a escena.

martes, octubre 02, 2007

Dont taze me bro


(La que va a Chicago sabe

que la voz en el paréntesis

es la voz sin la voz)


En el camino, otra persona aparece cerca del final del segundo tramo pero nada pasa. A veces ella escribe con las ventanas de la casa abiertas y piensa que alguien la mira desde una ventana en la cual nunca ve a nadie. A veces piensa en esa ventana como en el futuro. Quiere ver si entiende qué significa ese uso tan repetido otro después de los sustantivos. –No le importan tanto los finales como las líneas que los atraviesan.-Ella no lo entiende. No cree que los otros lo entiendan.

Cuando se fueron las chicas


Llevábamos el futuro
junto al bolso del mate.

Nada hay como escribir
una palabra con su orden.

Ni como pronunciarla
con la blusa perfecta. La ventana
que nos conduce a los ceniceros,
los ceniceros que duermen
a la intemperie. Todos
los muebles que caben
en una casa como un párrafo.

Vimos algunas cigarras muertas.
Murieron antes de unirse
al coro de septiembre. Una estaba
en medio del camino y la otra
en una escalera.

Los abanicos solo estuvieron
apagados lo que tardan dos voces

en agacharse.

(agosto, 2007)

"One of the hottest world premiers debuting in Tribeca this year"-Hollywood Reporter
"Warm-hearted and witty"-Screen Daily
Benicio del Toro presents MALDEAMORES (Lovesickness) as part of The Chicago International Film Festival Landmark Century Theatre
Oct 6 @7:15
Oct 7 @3:30
Oct 8 @4:45
From executive producer Benicio Del Toro comes a dark comedy about love of all kinds and at all ages in the backyards of Puerto Rico. A child'sfirst kiss. A man who can't grasp rejection. An elderly love affair. MALDEAMORES is the Official Selection to represent Puerto Rico at the Oscars. This bitter sweet comedy is a crowd pleaser everywhere it plays.
For additional information please go to:
Chicago Film Festival
Maldeamores Official Web Site